Los alimentos ultraprocesados son preparaciones industriales que se presentan comercialmente como productos aptos para el consumo humano, pero que resultan ser dañinos para los órganos del cuerpo. Sus fórmulas se diseñan a partir de componentes derivados de otros alimentos, cosméticos y aditivos que estimulan las cualidades sensoriales.
Entender el etiquetado nutricional te ayudará a identificar los alimentos ultraprocesados y diferenciarlos de los productos procesados. Estos contienen cantidades dañinas de azúcares, grasas, harinas, aceites refinados, entre otros. De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, este tipo de productos cada día gana más espacio en la dieta de las familias de Latinoamérica y el Caribe. No obstante, estos son la principal causa del desarrollo de enfermedades crónicas, obesidad y deterioro de la calidad de vida.
Alimentos ultraprocesados: por qué no debes incluirlos en tu dieta diaria
Hay una diferencia entre los alimentos ultraprocesados, los poco procesados y los procesados que es importante conocer. En este sentido, los procesados se producen por métodos industrializados, pero sus ingredientes se obtienen de alimentos naturales no procesados o sometidos mínimamente. Su composición se altera mediante mecanismos como el refinado, triturado o el prensado. Los poco procesados, son los considerados saludables, que conservan todos sus nutrientes o la mayoría de ellos. Aquí puedes identificar el yogur griego sin azúcares añadidos, aceite de oliva 100% extra virgen, hummus de garbanzos natural, entre una gran variedad que puedes encontrar en fithub.
Qué hace que los alimentos ultraprocesados sean dañinos para la salud
El consumo de alimentos ultraprocesados producen complicaciones graves a la salud, que pueden llegar a ser irreversibles. Esto se debe a que no aporta nutrientes al organismo. Además, se componen de ingredientes como los colorantes, edulcorantes artificiales, estabilizadores, glutinantes, conservantes, solventes, entre otros. Todos con una capacidad de causar alteraciones en los sistemas del cuerpo.
Los ejemplos más evidentes de alimentos ultraprocesados, son las bebidas gaseosas y energizantes. También, los cereales endulzados, snacks, papas fritas de envoltorio, productos panificados industriales y la lista continúa. En comparación con los alimentos procesados y poco procesados, estos contienen un elevado contenido de grasas saturadas, azúcares libres y sodio. Además, carecen de proteína, fibra alimentaria, vitaminas y minerales.
Los efectos del consumo
La primera consecuencia de la ingesta de alimentos ultraprocesados es el incremento de la grasa corporal. Además, la cantidad de azúcar que poseen, son la principal causa del desarrollo de enfermedades cardiovasculares y diabetes. La cantidad de grasas de estos productos, están vinculados a los accidentes cerebrovasculares, los infartos de miocardio y colesterol. Asimismo, el impacto poco estético que tienen en la piel, acelerando el envejecimiento prematuro.
Además, en personas sedentarias los alimentos ultraprocesados pueden incentivar el desarrollo de desequilibrios relevantes en el funcionamiento del sistema nervioso. Asimismo, se les relaciona con manifestaciones emocionales que desembocan en distimia, ansiedad, depresión y adicciones. Si aún eres una persona sana, para retroceder cualquier efecto de estos productos, es necesario cambiar los patrones de consumo y apostar por alimentos que aporten más nutrientes.
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